viernes, 10 de abril de 2009

Copacabana, morada de peregrinación cristiana y atracción turística

Es tiempo de reflexión y de acercamiento a Dios. Hace más de dos mil años, Jesús cargó su cruz al monte Cólgota, y en estas fechas los hombres simulan esta escena con las procesiones. En La Paz, la cuaresma se inicia con la caminata a obrajes, la visita a los siete templos el jueves santo y la peregrinación hacia Copacabana, donde yace una de las vírgenes más milagrosas de América, la otra es la de Guadalupe, en México.

Desde 1925, la caminata emula a la Pasión de Cristo, por eso hay que hacerlo a pie. Entre la sede de gobierno y esta población fronteriza con Perú distan 150 kilómetros, unos tres días y noches a pie, dos en bicicleta y tres horas en microbús.

El camino ya cuenta con asfalto y, en los últimos años, la Policía viene desplegando su personal para que todo se lleve en orden. Los médicos también instalan postas, y no faltan los comerciantes, quienes a cambio de unos pesos calman la sed y el hambre de los cristianos.
A 36 kilómetros de la población, se ubica el estrecho de Tiquina, que además de formar parte de la ruta, es un deleite para los ojos y un descanso para el caminante, pues todos deben alquilar una lancha para cruzar este trozo del lago Titicaca, el más alto del mundo y que compite por ser una de las siete maravillas naturales.

Así, finalmente, se llega a las entrañas del pueblo, donde convive una simbiosis de rituales paganos y religiosos, pero también una de las atracciones turísticas más importantes de La Paz. Cada Semana Santa, la Virgen de Copacabana atrae a más 7.000 devotos, entre nacionales y extranjeros, sin contar los más de mil que lo visitan cada fin de semana.
Pueblo turístico
A los comunarios ya no les causa sorpresa la gran afluencia de turistas, ellos, más bien, han creado negocios y servicios para satisfacer las exigencias foráneas. Y es que la vista, mística y los atractivos que tiene esta pequeña ciudad son varios.

La Virgen de Copacabana atrae a los devotos todos los días. Los hombres y mujeres llegan al templo a bendecir sus vehículos y suben al cerro Kholkepata, donde maestros andinos les ofrecen sus misas y rituales de purificación.
Pero la Santa es celosa. “Deben venir sólo personas casadas. Si son enamorados, van a terminar o su matrimonio no va a ir bien”, sentencian las conversaciones con los lugareños.

La playa no deja de ser un encanto, algo tan sencillo como sentarse y contemplar el panorama puede atraer una sensación de paz en el interior. O si se desea, por 5 bolivianos, pueden alquilar un bote o una canoa para lanzarse lago adentro.

A manera de una isla, cerca del calvario, está la "boca del sapo", una enorme piedra que debe su nombre a la semejanza con ese reptil. Los creyentes deben ir con una botella y lanzarla desde el barco, si la estrella con fuerza y se rompe, significa buena suerte y bienaventuranza, si no se rompe, las cosas no irán tan bien.
Las agencias turísticas han edificado hoteles en la playa del lago, incluso, hay paquetes que incitan a visitar la Isla del Sol. Con 15 bolivianos, uno debe partir de la playa a las 08.00 y podrá conocer este lugar histórico para el Imperio Incaico, uno de los más poderosos de América antes de la llegada de los españoles, en el siglo XIV.

O en su defecto, puede abordar el Bunker, un yate de primera clase que viaja a Perú. El presidente de Bolivia, Evo Morales, llegó a esta comunidad recientemente y se subió a este coloso para promocionar al lago Titicaca. Éstas son sólo algunas de las rutas turísticas y los cultos religiosos y paganos que ostenta Copacabana. Sin embargo, hay que tener cuidado con los ladrones, especialmente peruanos, que en fechas de celebración llegan en grandes cantidades para robar a los turistas. Hace dos semanas, la Policía capturó a una banda que extorsionaba a los extranjeros, a quienes les pedía dinero a cambio de su libertad.

2 comentarios:

lully desnuda dijo...

Es un sitio hermoso, muy al natural. Me llama la atención el hecho de que al ritmo que se mueven los comerciantes, los hoteles y todo ese entorno en pro del turista, no falten los amigos de lo fácil. Menos mal, como bien lo dices, también se ha estado montando una fuerza de seguridad que le brinde a la gente esa tranquilidad. Lastíma que no pueda ir por ahora, no vaya a ser que se acabe mi noviazgo, sonrío.

¡Enhorabuena Copacabana!

Un abrazo gigante!

Wilfredo Jordán dijo...

Gracias por el comentario Lully. Los amigos de lo ageno realmente no faltan en ningún lugar, fuera de eso, el lugar es por demás interesante. La vez que fui quedé maravillado y con ganas de volver las veces que pueda. Bueno, las fotos hablan por sí mismas, no crees.

Un abrazo también hasta Colombia.