martes, 29 de julio de 2008

PARODIA DEBATE EVO MORALES Y TUTO QUIROGA

Clip inedito de Esta Boca es Mia con Ramiro Serrano (Eduardo Pérez Iribarne), Boris Chuquimia (Evo Morales) y Juan Manuel Miranda (Tuto Quiroga)

Ramiro acaba de enviarme algunos videos que recientemente subió a You tube. Estuve viéndolos y no aguanto la tentación de compartirlos. Todos están buenísimos pero en especial quiero recomendarles éste.

En estos momentos políticos y de referéndums revocatorios, hace falta reír y más con una sátira política, que cae con la coyuntura.

Las tres voces están muy bien dobladas y personificadas. Habrá que aclarar que se trata de una parodia del momento preelectoral de las elecciones presidenciales de diciembre de 2005, cuando Evo Morales y Tuto Quiroga compitieron por la silla presidencial. Ganó Evo con el 53.7 por ciento y desde entonces es Presidente Constitucional de la República.

RAMIRO SERRANO, COMUNICADOR SOCIAL: “LA TELEVISIÓN NACIONAL ESTÁ EN CRISIS”

Texto: Wilfredo Jordán
Fotos: Joel Ruiz Mollinedo
Basta leer el blog de Ramiro Serrano para darse cuenta de que es un hombre perfeccionista, los posts que publica dicen mucho y pueden ser utilizados como legajos en el campo de la comunicación. Y es que esa mezcolanza de defecto y virtud —como él lo reconoce— le ha permitido desarrollar una carrera exitosa en los medios, el teatro y la música.

Desde sus 12 años, cuando apareció por primera vez en televisión, Ramiro no ha parado y ha cumplido sus caprichos. Implementó cambios trascendentales en radio Láser 98, fue coordinador nacional del Grupo Fides, productor de programas de televisión como El de la tele y Esta boca es mía y desde 1995 brinda servicios de consultoría en medios de comunicación. En esta entrevista, este “boliviano soñador” habla de su vida, la política y justamente de lo que él sabe: de los medios.

—¿Cómo se define Ramiro Serrano, cuál es su historia de vida?

—Me defino como un boliviano soñador, caprichoso y triunfador. Nací en La Paz el 18 de septiembre de 1970. A los doce años comencé a aparecer en la televisión como integrante del Coro de la Academia de Música Honner y quedé cautivado por ese fascinante mundo de los medios de comunicación. Dos años más tarde (a mis catorce), ya estaba trabajando en Radio Fides. Desde entonces hasta la fecha siempre me he salido con la mía. Tuve la suerte de incursionar en la radio, el teatro, la televisión y la música; como cantante, compositor, escritor, locutor, guionista, animador, productor, director, periodista, comentarista, humorista, talento de doblaje, etcétera, etcétera.

—Y ahora, ¿en qué proyectos andas?

—Desde 1995 dirijo Promedios (Productora de Medios), mi propia empresa productora de programas y publicidad para radio y televisión. Estamos a punto de inaugurar nuestras nuevas oficinas y estudios de grabación en la zona de San Miguel (La Paz) y, paralelamente, continuamos brindando servicios de consultoría en comunicación. También tengo un proyecto de programa televisivo humorístico con el que pienso despedirme de las pantallas. De todas maneras, no tengo apuro por salir al aire con el show, así que esperaré a que las cosas tomen el rumbo más adecuado para hacer posible ese último capricho.

—¿Cómo descubriste tu habilidad para imitar voces?

—Imitar es un don natural que todos tenemos. La diferencia es que algunos lo desarrollamos un poco más; pero, ¿quién no ha imitado alguna vez a sus hermanos o a sus padres? Me encantaba remedar a mis profesores, compañeros de curso, familiares, etcétera. Jamás pensé que ese talento iba a ser parte de mi profesión.

—¿Es cierto que debías doblar voces en Los Simpsons? ¿En qué quedó eso?

—La oportunidad se presentó hace algunos años, cuando Humberto Vélez era director de talento de la empresa de doblajes AUDIOMASTER 3000, perteneciente a Televisa. Con él sostuvimos algunas negociaciones preliminares para formar parte del elenco de doblaje de programas como: Los Simpson, Futurama y Padre de familia. Sin embargo, un requisito indispensable era cambiar de residencia (ir a vivir a México). Por entonces, mi hijo Daniel era muy pequeño y sentí que no debía apartarme de él, así que decidí quedarme a trabajar en mi país.

—¿Cómo haces para adueñarte de la voz de un personaje? ¿Tienes una metodología?

—Siempre he dicho que este talento se basa más en un buen oído que en un buen timbre de voz. Lo principal es captar el tono y las inflexiones de voz del personaje, así como las palabras y frases que le caracterizan. En base a ello se construye el personaje (aún mejor si tiene un acento especial).

—¿Qué persona y/o personajes influyeron en tu vida?

—¡Uy!... Tendríamos que extender demasiado esta entrevista porque, aunque no lo creas, muchísima gente ha influenciado mi vida. Me gusta mucho aprender de los demás; pero, si tuviera que mencionar a alguien, sobre todo espiritualmente, diría que mi abuela, Sara Orías de Delgado.

—¿Qué evaluación puedes hacer de la programación de la televisión nacional?

—La televisión nacional está en crisis. Lo más preocupante es que se trata de una “crisis de talentos”. Hay muy pocas cosas realmente originales, algunos canales sólo producen noticieros sensacionalistas e importan algunas series, otros han optado por contratar a conductores baratos e inexpertos que “juegan a hacer tele”, en fin. La televisión nacional se ha estancado. El crecimiento tecnológico se ha detenido, las escenografías dejan mucho que desear (son tan malas como hace 20 años), los contenidos son recurrentes y la falta de preparación de productores y presentadores es evidente. Más aún cuando ves la oferta del cable y la comparas con los canales nacionales. Es como querer equiparar “El Entertainment Television” con el insignificante y decadente “TVO”.

—¿Y de la radio?

—La radio presenta problemas que a estas alturas debía haberse solucionado hace tiempo: seguimos con los “disc jockeys” de poca monta que creen que hacer radio es la mejor manera de conseguir chicas, continúan las radios “pasa-discos”, sin más contenido que la música (para eso prefiero un buen CD con 300 de mis canciones favoritas en Mp3). Otras emisoras, como siempre, son utilizadas como “trampolín político”; pero la gran mayoría carece de una propuesta de programación original. Parece que han optado por lo fácil, prácticamente hacen radio con los brazos cruzados, sin el mínimo esfuerzo de producción, sin nuevos programas participativos o de ficción… La radio no está aportando nada y, para colmo, hemos retrocedido, desperdiciando los grandes avances logrados durante los 80 y hasta mediados de los 90.

—Algunas propuestas para mejorarlas… es decir, ¿cómo debe ser la radio de hoy, y en qué debe cambiar la televisión actual?

—Propuestas pueden surgir en cantidades. Lo importante será que exista la voluntad de cambiar y progresar. A veces es frustrante porque son los propios dueños de los canales y las radios los que se niegan a asumir los desafíos, conformándose con recibir pocas utilidades sin la necesidad de “fatigarse” demasiado. Durante los últimos años estuve prestando servicios de asesoría de programación para varias estaciones de La Paz y el interior del País. Debe analizarse caso por caso y, seguramente, con la voluntad, el trabajo y el talento de todos, se puede llegar muy lejos.
—Sabemos que trabajaste en el Grupo Fides ¿Qué opinión te merece el padre Eduardo Pérez?

—El Padre Eduardo Pérez Iribarne fue para mí un gran maestro. De él aprendí muchas cosas que no te las enseñan en un aula, cosas que se aprenden “en la cancha”. Es un gran administrador, fue un gran líder de opinión en su momento y aún demuestra pasión por su trabajo, que es algo que nadie debe perder.

—¿Alguna vez se enojó contigo?

—Tuvimos “encontrones” varias veces. Yo también me enojé con él, pero ésa es una parte interesante de este mundo: las diferencias deben llevarte al diálogo y, a su vez, el diálogo debe servir para fortalecer la amistad y mejorar los resultados en favor de la audiencia. Con Pérez nunca tuvimos diferencias irreconciliables.

—Vayamos a 1991 ¿En qué consistieron los cambios que implementaron tú y Andrés Rojas en Láser 98 para renovar la programación de esa emisora a fin de volverla auto sostenible y una de las primeras en el rating?

—En 1991 nos habían entregado una radio sin pies ni cabeza. La programación era un desastre, cada locutor tiraba para su propio lado y, en general, nuestra misión consistió en “organizar el caos”: preparamos al personal durante varios meses, diseñamos la línea de programación musical de la emisora, abrimos espacios de participación y opinión para la audiencia, inyectamos un estilo informal, irreverente; pero organizado y sistemático, y nos atrevimos a decir lo que la gente joven quería decir, convirtiéndonos en una especie de portavoces de esa generación. También fue importante el impulso a los nuevos talentos nacionales. De ahí salieron, por ejemplo: Coda-3 (hoy Octavia), Lou-kass, etc. Finalmente, complementamos todo con espacios informativos breves pero muy pluralistas y profesionales.

—¿Qué opinas de los blogs?

—Son un nuevo medio de comunicación que surge como alternativa, en un momento en el que los medios convencionales no son capaces de garantizar plenamente la libertad de expresión. En los blogs decimos lo que queremos y logramos una retroalimentación importante que nos permite el contacto directo con el receptor.

—Puesto que éstos tienen una variedad de usos, ¿cómo debería utilizarlo un comunicador social?

—Los blogs deben ser utilizados responsablemente para evitar caer en el caos de la desinformación y la manipulación. Igualmente, el lector debe ser capaz de discernir para saber qué tipo de información es adecuada y cuál es simplemente basura.

—Cambiando de tema ¿Tuviste alguna inclinación política en algún momento de tu vida?

—Todos tenemos tendencias políticas en el plano personal, pero en el ejercicio de una profesión como ésta, debemos mantener el compromiso ético que garantice un tratamiento justo de los contenidos. La manipulación, la propaganda y los mensajes ocultos nunca llevan a nada bueno y sólo logras manchar tu carrera. Como figura pública siempre intenté mantenerme al margen de toda identificación partidaria. Por supuesto, eso tampoco significa que mantenga un rol “pasivo” frente a las injusticias, la corrupción y otros temas que deben ser denunciados… La Ley es para todos.

—¿Cómo ves al presidente Evo Morales?

—Respeto mucho su envestidura y, por supuesto, su trayectoria personal y política. Apoyo las reformas que él ha emprendido para mejorar la calidad de vida de los bolivianos y, si bien ha cometido muchos errores, me parece que merece el tiempo y el espacio suficientes que le permitan desarrollar su labor con una oposición moderada y responsable. Creo que Evo es una persona de buen corazón. Sólo espero que tenga la sabiduría para saber elegir a los miembros de su entorno. La historia nos ha enseñado que las buenas intenciones se rodean de oportunistas que, a la larga, pueden hacer que los frutos terminen pudriéndose.

—Para terminar. Desde tu perspectiva, en Bolivia, un país con tanta diversidad, ¿cómo se puede hacer para que existamos en una convivencia armónica?

—La respuesta es, en realidad, muy sencilla: todos debemos anteponer el bien común. Lo que sea bueno para todos será bueno para cada boliviano y, lógicamente, todos nos beneficiaremos personalmente. Cuando hagamos que, en todo aspecto, “cuando llueva, moje a todos”, habremos logrado la armonía.

—La última ¿Qué significa La Paz para ti?

—La Paz es un hermoso lugar perteneciente al más hermoso país del mundo. Los bolivianos somos gente buena y trabajadora. Ésta es mi ciudad, la ciudad por la que seguiré trabajando para demostrar que aquello del “tercer mundo” es un “cliché” anticuado, obsoleto. La paz, también, es lo que quiero para mis compatriotas.

Ver más:
Ramiro doblando una escena de la película El Excorsista (¿Te imaginas? El padre Eduardo Pérez trata de exocisar a Goni en una escena de esta película)
Ramiro doblando al Señor de los anillos (Doblaje realizado por Ramiro Serrano para la presentación del show humorístico Esta Boca Es Mía)
Ramiro Serrano doblando a Los Simpsons:

miércoles, 23 de julio de 2008

BORRACHO ESTABA, PERO ME ACUERDO. EVOCACIONES DE LA MARGINALIDAD

Es como entrar en un mundo irreal, donde lo peor es trajinar en la calle esperando el amanecer en el frío de la eterna noche, a veces bajo la lluvia; calentarse en los basurales junto con los perros y bajo las amenazas de los policías; comer los desperdicios de las comidas mezcladas con colillas de cigarrillos y servilletas; dormir sólo unas horas, antes de recibir un balde de agua fría…
Pero es un mundo real, aquel que Víctor Hugo Viscarra (1958-2006) vivió durante 30 años y describe en sus memorias: Borracho estaba, pero me acuerdo, editado por Correveidile en 2002. Un testimonio enternecedor que palpa la marginalidad de una sociedad que muchas veces parecemos ignorar y que –como dice Víctor Hugo– “espera que el tiempo sea benevolente para quienes hemos vivido insertos en él”.

FRAGMENTO:


“Una noche –le contaba– estaba por la zona de Munaypata. Como sabía que no tenía dónde ir a descansar, empecé a caminar; pasé por Villa Victoria, la Estación Central, la zona norte, la avenida Tejada Soriano, la plaza Villarroel y la avenida de las Américas, hasta llegar a los prostíbulos de Chuquiaguillo, al final de Villa Fátima. A modo de hacer hora, entré al Redondo, a la Chawaya, al 111 y otros puteros más, para conversar con algunas amigas y ver si alguna me podía invitar unos tragos. Después regresé a pie hasta la plaza Villarroel, bajé toda la avenida Busch hasta el parque triangular, de ahí subí al estadio y por la avenida Simón Bolívar me fui hasta el obelisco, donde llegué a eso de las dos y media de la madrugada. Aún faltaban cuatro horas para que las puertas de San Francisco se abrieran y tenía todo el cuerpo cansado. A pesar de haber caminado más que el Judío Errante, debía seguir haciéndolo para evitar que el frío castigara mi cuerpo mal abrigado y falto de aliento. En esos momentos lo que más me antojaba era tomarme una taza caliente de café (aunque sea sin pan), pero desgraciadamente estaba sin un solo peso. El sueño quería cerrar mis ojos, estaba temblando y tenía que caminar todavía cuatro largas horas”. Pag. 41
Links relacionados:
Victor Hugo Viscarra, encuentros y desencuentros. En este artículo, Álex Ayala recuerda los tres encuentros que tuvo con Víctor Hugo Viscarra antes de su muerte.

lunes, 14 de julio de 2008

¡HOMENAJE A LA PAZ!


Dicen que cumples
no sé cuántas letras de años
Pero tú ya existías
como existen los nevados

La Paz
Mi ciudad…
Con tus poros de caseras
tu derrumbe permanente
tus lunares de heladeros
tus habuelas con sus lentes

Y tu jolke en Munaypata
te has comido las estrellas
Y hasta tienes graderías
con tus amores a medias

Con tus canchas inclinadas
y tus perros disecados

Utopista…Cementerio
con tu muelita del Diablo

Tus mejillas de laderas
y tus marchas sin motivo
y tus frutas esparcidas
el Montículo tu ombligo

Y hasta tienes una Ceja
que parece un hombro eterno
y tu jopo de Illimani…
y tus ríos con ruleros…

La Paz… Mi ciudad
Eres llockalla lavando autos
Eres matraca con su moreno
Eres mi pena con su alegría
Eres la coca de los obreros
Eres la casa que nunca tuve
Eres la viuda del mártir pobre
Eres la tumba de los tiranos.

La Paz… mi ciudad
Recibe todo mi amor
Por los próximos 500 años

(Texto de Manuel Monrroy Chazarreta)

lunes, 7 de julio de 2008

"LIMONERITOS", COMERCIANTES QUE SE OLVIDARON DE SER NIÑOS

Nicolás Tola llegó a La Paz hace un mes. Desde entonces ambula en el mercado de Villa Fátima y en otras ferias donde vende los limones que lleva en una canastilla seminueva. Retornará a Tinquipaya, una localidad de Oruro, en dos semanas. Ya de regreso, dormirá un poco, comerá con su familia y luego se irá a la chacra a cosechar papa, o tal vez se quede en casa a pisar chuño.

Para sus doce años, Nicolás tiene un caudal de trabajos desarrollados. "Siempre le ayudo a mi papá a cosechar papa, grano y cebada", indica. Y periódicamente viene a la sede de gobierno para ofrecer los cítricos que compra del Mercado Rodríguez.

La primera vez llegó con su padre, quién le enseñó el negocio. Sin embargo, en la segunda ocasión, éste solamente lo trajo y lo dejó con un pariente. Desde entonces, se las arregla solo.

El artículo 58 de la Ley General del Trabajo prohíbe la labor de los niños menores de 14 años. Pero ésa es una frase ajena para "Nico". La realidad es que él debe trabajar para llevar dinero a casa. Por eso, el 11 de junio, cuando el Gobierno ofreció un desayuno a los niños en conmeración del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, este niño comerció sus limones como un día cualquiera.

Comercio minoritario
De acuerdo con el estudio Trabajo Infantil en Bolivia, Características y Condiciones, publicado en agosto de 2005, los "limoneros" desempeñan una actividad terciaria del comercio minoritario, igual que las empleadas domésticas y meseros.

Según el documento, las actividades desarrolladas por menores de edad suman 105.859. En el nivel primario, relacionado con trabajos de agricultura, casa y pesca, la cifra llega a 9.369; y en el nivel secundario (industria y construcción), a 30.469.

Haciendo un total, la población activa de niños y adolescentes trabajadores de 7 a 17 años en Bolivia llega a 313.529. Esto sin mencionar casos como el de Nicolás, quien luego de laborar en la ciudad, retornará a su comunidad para trabajar en la agricultura, sin siquiera haber estudiado en la escuela.

En busca del sustento
Los niños "limoneros" adquieren el producto en el Mercado Rodríguez. La caja contiene 65 unidades y ellos lo ofertan por unidades, generalmente, de cinco por cada boliviano.
"Hay venta nomás. Un día he vendido valor de 1.000 pesos", relata Pascual Laime (de once años), quien con su carita jocosa y quemada por el sol pese la gorrita descolorida que lleva en la cabeza, trajina en los mercados de La Paz para buscar el sustento diario.

Pero el dinero de Pacual no se queda con él y su hermano -tambien dedicado al mismo negocio-, envían parte de sus ganancias a su madre y a su hermanita, quienes viven en una provincia de Oruro.

Preferencia por las ciudades
Muchos de los "limoneros" provienen de las provincias de Potosí y Oruro, llegan a las ciudades y pocos retornan a su tierra. Según las cifras, el 55 por ciento de niños trabajadores radican en las ciudades.

Una vez ahí, las jornadas se hacen tediosas y en muchos casos los menores se olvidan de su educación. Por ejemplo, Pascual ni siquiera se imaginó que trabajaría en la ciudad y lejos de su familia. Él vino a comerciar cítricos luego de que su padre falleciera.

Los limoneros comparten el rubro con jóvenes y algunos adultos, no están organizados, y afortunadamente no sufrieron agresiones, según indican. Muchos de ellos, sin embargo, no frecuentan la escuela diurna y desconocen las diversiones acordes a su edad. "Mi sueño es volver con mi mama, me gusta vender, pero quisiera estar en mi casa", indica Pacual, quien sonríe y observa el paso jocoso de tres niños con mochila y guardapolvo que cruzan, abrazados, una calzada del Mercado Villa Fátima.

Por ahora, este menor vive en una casa alquilada en villa El Carmen y cursa el tercero de primaria en la escuela nocturna Hernando Siles. No obstante, sus logros provienen de un esfuerzo que comienza a las ocho de la mañana y se prolonga hasta las seis de la tarde, sin feriados, sin extras, transitando a pie las arterias de la ciudad, y de domingo a domingo.